domingo, 30 de agosto de 2015

Creamos nuestra realidad.


Durante décadas, los poderes de la mente han sido cuestiones asociadas al mundo “esotérico”, cosas de locos. La mayor parte de la gente desconoce que la mecánica cuántica, es decir, el modelo teórico y práctico dominante hoy día en el ámbito de la ciencia, ha demostrado la interrelación entre el pensamiento y la realidad. Que cuando creemos que podemos, en realidad, podemos. Sorprendentes experimentos en los laboratorios más adelantados del mundo corroboran esta creencia.
El estudio sobre el cerebro ha avanzado mucho en las últimas décadas mediante las “tomografías”. Conectando electrodos a este órgano, se determina donde se produce cada una de las actividades de la mente. La fórmula es bien sencilla: se mide la actividad eléctrica mientras se produce una actividad mental, ya sea racional, como emocional, espiritual o sentimental y así se sabe a qué área corresponde esa facultad.
Estos experimentos en neurología han comprobado algo aparentemente descabellado: cuando vemos un determinado objeto aparece actividad en ciertas partes de nuestro cerebro… pero cuando se exhorta al sujeto a que cierre los ojos y lo imagine, la actividad cerebral es ¡idéntica! Entonces, si el cerebro refleja la misma actividad cuando “ve” que cuando “siente”, llega la gran pregunta: ¿cuál es la Realidad? “La solución es que el cerebro no hace diferencias entre lo que ve y lo que imagina porque las mismas redes neuronales están implicadas; para el cerebro, es tan real lo que ve como lo que siente”, afirma el bioquímico y doctor en medicina quiropráctica, Joe Dispenza en el libro “¿y tú qué sabes?”. En otras palabras, que fabricamos nuestra realidad desde la forma en que procesamos nuestras experiencias, es decir, mediante nuestras emociones.
La farmacia del cerebro
En un pequeño órgano llamado hipotálamo se fabrican las respuestas emocionales. Allí, en nuestro cerebro, se encuentra la mayor farmacia que existe, donde se crean unas partículas llamadas “péptidos”, pequeñas secuencias de aminoácidos que, combinadas, crean las neurohormonas o neuropéptidos. Ellas son las responsables de las emociones que sentimos diariamente. Según John Hagelin, profesor de física y director del Instituto para la ciencia, la tecnología y la política pública de la Universidad Maharishi, dedicado al desarrollo de teorías del campo unificado cuántico: “hay química para la rabia, para la felicidad, para el sufrimiento, la envidia…”
En el momento en que sentimos una determinada emoción, el hipotálamo descarga esos péptidos, liberándolos a través de la glándula pituitaria hasta la sangre, que conectará con las células que tienen esos receptores en el exterior. El cerebro actúa como una tormenta que descarga los pensamientos a través de la fisura sináptica. Nadie ha visto nunca un pensamiento, ni siquiera en los más avanzados laboratorios, pero lo que sí se ve es la tormenta eléctrica que provoca cada mentalismo, conectando las neuronas a través de las “fisuras sinápticas”.
Cada célula tiene miles de receptores rodeando su superficie, como abriéndose a esas experiencias emocionales. Candance Pert, poseedora de patentes sobre péptidos modificados y profesora en la universidad de medicina de Georgetown, lo explica así: “Cada célula es un pequeño hogar de conciencia. Una entrada de un neuropéptido en una célula equivale a una descarga de bioquímicos que pueden llegar a modificar el núcleo de la célula”.
Nuestro cerebro crea estos neuropéptidos y nuestras células son las que se acostumbran a “recibir” cada una de las emociones: ira, angustia, alegría, envidia, generosidad, pesimismo, optimismo… Al acostumbrarse a ellas, se crean hábitos de pensamiento. A través de los millones de terminaciones sinápticas, nuestro cerebro está continuamente recreándose; un pensamiento o emoción crea una nueva conexión, que se refuerza cuando pensamos o sentimos “algo” en repetidas ocasiones. Así es como una persona asocia una determinada situación con una emoción: una mala experiencia en un ascensor, como quedarse encerrado, puede hacer que el objeto “ascensor” se asocie al temor a quedarse encerrado. Si no se interrumpe esa asociación, nuestro cerebro podría relacionar ese pensamiento-objeto con esa emoción y reforzar esa conexión, conocida en el ámbito de la psicología como “fobia” o “miedo”.
Todos los hábitos y adicciones operan con la misma mecánica. Un miedo (a no dormir, a hablar en público, a enamorarse) puede hacer que recurramos a una pastilla, una droga o un tipo de pensamiento nocivo. El objetivo inconsciente es “engañar” a nuestras células con otra emoción diferente, generalmente, algo que nos excite, “distrayéndonos” del miedo. De esta manera, cada vez que volvamos a esa situación, el miedo nos conectará, inevitablemente, con la “solución”, es decir, con la adicción. Detrás de cada adicción (drogas, personas, bebida, juego, sexo, televisión) hay pues un miedo insertado en la memoria celular.
La buena noticia es que, en cuanto rompemos ese círculo vicioso, en cuanto quebramos esa conexión, el cerebro crea otro puente entre neuronas que es el “pasaje a la liberación”. Porque, como ha demostrado el Instituto Tecnológico de Massachussets en sus investigaciones con lamas budistas en estado de meditación, nuestro cerebro está permanentemente rehaciéndose, incluso, en la ancianidad. Por ello, se puede desaprender y reaprender nuevas formas de vivir las emociones.
Mente creadora
Los experimentos en el campo de las partículas elementales han llevado a los científicos a reconocer que la mente es capaz de crear. En palabras de Amit Goswani, profesor de física en la universidad de Oregón, el comportamiento de las micropartículas cambia dependiendo de lo que hace el observador: “cuando el observador mira, se comporta como una onda, cuando no lo hace, como una partícula”. Ello quiere decir que las expectativas del observador influyen en la Realidad de los laboratorios… y cada uno de nosotros está compuestos de millones de átomos.
Traducido al ámbito de la vida diaria, esto nos llevaría a que nuestra Realidad es, hasta cierto punto, producto de nuestras propias expectativas. Si una partícula (la mínima parte de materia que nos compone) puede comportarse como materia o como onda… Nosotros podemos hacer lo mismo.
La realidad molecular
Los sorprendentes experimentos del científico japonés Masaru Emoto con las moléculas de agua han abierto una increíble puerta a la posibilidad de que nuestra mente sea capaz de crear la Realidad. “Armado” de un potente microscopio electrónico con una diminuta cámara, Emoto fotografió las moléculas procedentes de aguas contaminadas y de manantial. Las metió en una cámara frigorífica para que se helaran y así, consiguió fotografiarlas. Lo que encontró fue que las aguas puras creaban cristales de una belleza inconmensurable, mientras que las sucias, sólo provocaban caos. Más tarde, procedió a colocar palabras como “Amor” o “Te odio”, encontrando un efecto similar: el amor provocaba formas moleculares bellas mientras que el odio, generaba caos.
Por último, probó a colocar música relajante, música folk y música thrash metal, con el resultado del caos que se pudieron ver en las fotografías.
La explicación biológica a este fenómeno es que los átomos que componen las moléculas (en este caso, los dos pequeños de Hidrógeno y uno grande de Oxígeno) se pueden ordenar de diferentes maneras: armoniosa o caóticamente. Si tenemos en cuenta que el 80% de nuestro cuerpo es agua, entenderemos cómo nuestras emociones, nuestras palabras y hasta la música que escuchamos, influyen en que nuestra realidad sea más o menos armoniosa. Nuestra estructura interna está reaccionando a todos los estímulos exteriores, reorganizando los átomos de las moléculas.
El valioso vacío atómico
Aunque ya los filósofos griegos especularon con su existencia, el átomo es una realidad científica desde principios de siglo XX. La física atómica dio paso a la teoría de la relatividad y de ahí, a la física cuántica. En las escuelas de todo el mundo se enseña hoy día que el átomo está compuesto de partículas de signo positivo (protones) y neutras (neutrones) en su núcleo y de signo negativo (electrones) girando a su alrededor. Su organización recuerda extraordinariamente a la del Universo, unos electrones (planetas) girando alrededor de un sol o núcleo (protones y neutrones). Lo que la mayoría desconocíamos es que la materia de la que se componen los átomos es prácticamente inexistente. En palabras de William Tyler, profesor emérito de ingeniería y ciencia de la materia en la universidad de Stanford, “la materia no es estática y predecible. Dentro de los átomos y moléculas, las partículas ocupan un lugar insignificante: el resto es vacío”.
En otras palabras, que el átomo no es una realidad terminada sino mucho más maleable de lo que pensábamos. El físico Amit Goswani es rotundo: “Heinsenberg, el codescubridor de la mecánica cuántica, fue muy claro al respecto; los átomos no son cosas, son TENDENCIAS. Así que, en lugar de pensar en átomos como cosas, tienes que pensar en posibilidades, posibilidades de la consciencia. La física cuántica solo calcula posibilidades, así que la pregunta viene rápidamente a nuestras mentes, ¿quién elige de entre esas posibilidades para que se produzca mi experiencia actual? La respuesta de la física cuántica es rotunda: La conciencia está envuelta, el observador no puede ser ignorado”.
¿Qué realidad prefieres?
El ya famoso experimento con la molécula de fullerano del doctor Anton Zeillinger, en la Universidad de Viena, testificó que los átomos de la molécula de fullerano (estructura atómica que tiene 60 átomos de cárbón) eran capaces de pasar por dos agujeros simultáneamente. Este experimento “de ciencia ficción” se realiza hoy día con normalidad en laboratorios de todo el mundo con partículas que han llegado a ser fotografiadas. La realidad de la bilocación, es decir, que “algo” pueda estar en dos lugares al mismo tiempo, es algo ya de dominio público, al menos en el ámbito de la ciencia más innovadora. Jeffrey Satinover, ex presidente de la fundación Jung de la universidad de Harvard y autor de libros como “El cerebro cuántico” y “El ser vacío”, lo explica así: “ahora mismo, puedes ver en numerosos laboratorios de Estados Unidos, objetos suficientemente grandes para el ojo humano, que están en dos lugares al mismo tiempo, e incluso se les puede sacar fotografías. Yo creo que mucha gente pensará que los científicos nos hemos vuelto locos, pero la realidad es así, y es algo que todavía no podemos explicar”.
Quizás porque algunos piensen que la gente “de a pie” no va a comprender estos experimentos, los científicos todavía no han conseguido alertar a la población de las magníficas implicaciones que eso conlleva para nuestras vidas, aunque las teorías anejas sí forman parte ya del dominio de la ciencia divulgativa.
Seguramente la teoría de los universos paralelos, origen de la de la “superposición cuántica”, es la que ha conseguido llegar mejor al gran público. Lo que viene a decir es que la Realidad es un número “n” de ondas que conviven en el espacio-tiempo como posibilidades, hasta que UNA se convierte en Real: eso será lo que vivimos. Somos nosotros quienes nos ocupamos, con nuestras elecciones y, sobre todo, con nuestros pensamientos (“yo sí puedo”, “yo no puedo”) de encerrarnos en una realidad limitada y negativa o en la consecución de aquellas cosas que soñamos. En otras palabras, la física moderna nos dice que podemos alcanzar todo aquello que ansiamos (dentro de ese abanico de posibilidades-ondas, claro).
En realidad, los descubrimientos de la física cuántica vienen siendo experimentados por seres humanos desde hace milenios, concretamente, en el ámbito de la espiritualidad. Según el investigador de los manuscritos del Mar Muerto, Greg Braden, los antiguos esenios (la comunidad espiritual a la que, dicen, perteneció Jesucristo) tenían una manera de orar muy diferente a la actual. En su libro “El efecto Isaías: descodificando la perdida ciencia de al oración y la plegaria”, Braden asegura que su manera de rezar era muy diferente a la que los cristianos adoptarían. En lugar de pedir a Dios “algo”, los esenios visualizaban que aquello que pedían ya se había cumplido, una técnica calcada de la que hoy se utiliza en el deporte de alta competición, sin ir más lejos. Seguramente, muchos han visto en los campeonatos de atletismo cómo los saltadores de altura o pértiga realizan ejercicios de simulación del salto: interiormente se visualizan a sí mismos, ni más ni menos que realizando la proeza. Esta técnica procede del ámbito de la psicología deportiva, que ha desarrollado técnicas a su vez recogidas del acervo de las filosofías orientales. La moderna Programación Neurolingüística, usada en el ámbito de la publicidad, las relaciones públicas y de la empresa en general, coincide en recurrir al tiempo presente y a la afirmación como vehículo para la consecución de los logros. La palabra sería un paso más adelante en la creación de la Realidad, por lo que tenemos que tener cuidado con aquello que decimos pues, de alguna manera, estamos atrayendo esa realidad.
La búsqueda científica del alma
En las últimas décadas, los experimentos en el campo de la neurología han ido encaminados a encontrar donde reside la conciencia. Fred Alan Wolf, doctor en física por la universidad UCLA, filósofo, conferenciante y escritor lo explica así en “¿Y tú qué sabes?” de la que se espera la segunda parte en pocos meses: “Los científicos hemos tratado de encontrar al observador, de encontrar la respuesta a quién está al mando del cerebro: sí, hemos ido a cada uno de los escondrijos del cerebro a encontrar el observador y no lo hemos hallado; no hemos encontrado a nadie dentro del cerebro, nadie en las regiones corticales del cerebro pero todos tenemos esa sensacion de ser el observador”. En palabras de este científico, las puertas para la existencia del alma están abiertas de par en par: “Sabemos lo que el observador hace pero no sabemos quién o qué cosa es el observador”.
Hoy recuperadas por la física cuántica, muchas de estas afirmaciones eran conocidas en la Antigüedad, como en el caso del “Catecismo de la química superior”, de Karl von Eckartshausen.
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Cuadro 1 Nuestro cerebro: un ordenador que procesa información
A cada segundo, en una vida como la moderna llena de estímulos: nos bombardean enormes cantidades de información. El cerebro solo procesa una mínima cantidad de ella: 400 mil millones de bits de información por segundo. Los estudios científicos han demostrado que sólo somos conscientes de 2.000 mil de esos bits, referidos al medio ambiente, el tiempo y nuestro cuerpo. Así pues, lo que consideramos la Realidad, es decir, aquello que vivimos, es sólo una mínima parte de lo que en realidad está ocurriendo. ¿Cómo se filtra toda esa información?
A través de nuestras creencias: El modelo de lo que creemos acerca del mundo, se construye desde lo que sentimos en nuestro interior y de nuestras ideas. Cada información que recibimos del exterior se procesa desde las experiencias que hemos tenido y nuestra respuesta emocional procede de estas memorias. Por eso, los malos recuerdos nos impulsan a caer en los mismos errores.
Cuadro 2: Cómo romper con esos malos hábitos del pensamiento
El cerebro crea esas redes a partir de la memoria: ideas, sentimientos, emociones. Cada asociación de ideas o hechos, incuba un pensamiento o recuerdo en forma de conexión neuronal, que desemboca en recuerdos por medio de la memoria asociativa. A una sensación o emoción similar, reaparecerá ese recuerdo en forma de idea o pensamiento. Hay gente que conecta “amor” con “decepción” o “engaño”, así que cuando vaya a sentir amor, la red neuronal conectará con la emoción correspondiente a cómo se sintió la última vez que lo sintió: ira, dolor, rabia, etc. Según Joe Dispenza “si practicamos una determinada respuesta emocional, esa conexión sináptica se refuerza y se refuerza. Cuando aprendemos a “observar” nuestras reacciones y no actuamos de manera automática, ese modelo se rompe”. Así pues, aprender a “ver” esas asociaciones es la mejor manera de evitar que se repitan: la llave es la consciencia.
Cuadro 3: La mecánica de la erección
La mejor metáfora del pensamiento creador es el miembro masculino. Una sola fantasía sexual, es decir, un pensamiento erótico, es capaz de producir una erección, con toda la variedad de glándulas endocrinas y hormonas que participan en ello. Nada hay fuera de la mente del hombre pero, sin embargo, se produce un torbellino hormonal que desemboca en un hecho físico palpable. En el lado femenino, también el poder del pensamiento asociado al erotismo se convierte a menudo en hechos físicos, demostrando la capacidad del pensamiento para crear situaciones placenteras… o adictivas. Los más firmes defensores del poder de la visualización llegan a proponer que se puede obtener a través de ella casi todo lo que deseamos.

martes, 28 de julio de 2015

 
Taller lectura de campo cuántico
 
 
 
 

planos

Sirve para corregir las distorsiones en la percepción de nuestras experiencias.
- Los tiempos son simultáneos.
- El inconsciente biológico son nuestros observadores del pasado.
- El Universo es una construcción de frecuencias de luz.
- El propósito es anterior a la experiencia.
- La Creación es Energía más Propósito (información).
- Si nuestra referencia es el pasado, nuestro paradigma va a ser de supervivencia, un paradigma de distorsión.
- Estando en el presente tengo que dejar de referenciarme en el error del pasado, para referenciarme en el futuro.
- Nuestro mejor futuro ya existe.
- El futuro tiene la dirección correcta, el pasado tiene la fuerza.
- Si yo me referencia en un futuro absolutamente brillante, lleno de propósito, mi pasado se va a estar licuando permanentemente, y se va a estar cambiando permanentemente, porque lo que va a estar cambiando es la lógica que lo mantiene unido. Voy a estar eliminando las distorsiones de los observadores de la línea del pasado. El pasado va a entrar en descomposición.
- No podemos mutar una realidad si llevamos una carga de sufrimiento (distrorsión).
- Las creencias son elecciones hechas en un tiempo pasado y pertenecen, por lo tanto, a los observadores del pasado.
Apuntes de la Ley del Desdoblamiento del Tiempo aplicado al Ser, de Alejandra Casado. SEGUNDA PARTE.
- La referencia principal es la Esencia Original (7ºplano).
- El campo cuántico (6º plano) le permite a la Esencia la Experimentación.
- El pasado representa la experiencia.
- El futuro represente el propósito.
- Tenemos un observador del máximo pasado y otro observador del máximo futuro en los planos de la experiencia que disponen de pasado y/o futuro (1º al 6º).
- 1er. plano: Plano de la experiencia física-biológica (El desdoblado).
- 2º plano: plano de la experiencia emocional.
-3er. plano: plano de la experiencia mental.
-4º plano: plano de la Instancia del viajero. Desdoblamiento del Original: El Doble. Plano del Alma. Programa del Alma.
- 5º plano: plano de las distorsiones. Estado inquieto de la Esencia por experimentar.
- 6º plano: Campo cuántico. Energía pura. No tiene pasado, solo futuro.
- 7º plano: Esencia Original. Observador Original. Esencia Pura.
- El observador del futuro equilibra las distorsiones del observador del pasado.
- El pasado es la Esencia haciéndose las preguntas.
- El futuro es la Esencia dándose las respuestas.
- La "apertura temporal" es el tiempo que tiene la Esencia para explorar la Experimentación y acumular experiencias que se disuelven cuando comenzamos el retorno al origen.

https://www.youtube.com/watch?t=376&v=jThyx4hEUFs

domingo, 19 de julio de 2015

Las mentiras del vaticano.




El único escandalo ,enfermedad y pecado está en la mente de esa gente pobre de espíritu, enferma realmente y pecadora, en el sentido que ellos entiende la palabra pecado,que llevan el escando en su cabeza.
Qué cosa mas absurda plantearse, aún creyendo que Jesús, es el hijo de Dios,Dios hecho hombre , que pobreza de espíritu y mente pensar si Dios se hace hombre, vaya a vivir todas las experiencias del ser humano, aun la experiencia de la muerte y se priva de pasar de una experiencia tan hermosa , bella tan trascendental como es el amor ,incluso la de tener hijos
Hubiera sido lo normal que Jesús hubiese tenido esposa y hijos.
Esto es  la consecuencia y un pecado de siglos, que una serie de personajes pecadores que partieron de unas creencias y celibato respetable, que solo se convierte en una practica normal, de tipo administrativo de la iglesia muy tardía, el no casarse , que tiene un sentido, el no darle su reconocimiento  a la mujer.
Si antes a los hombres de 18 años se los obligaba a tener una esposa.
No me cierra el cuentito que me cuenta la Iglesia.

Aberrante es el pecado de la iglesia .
Esa norma que ellos han impuesto en la cabeza de los humanos es el gran pecado original !
El único escándolo, está en la cabeza de lo que nos han hecho creer esta historia.



Maria Magdalena

La energía creadora a la cual llamamos Dios, contiene en su esencia divina ambos aspectos creativos, tanto masculino como femenino, que se integran y fusionan en perfecta armonía equitativa, es decir, no sobre sale uno mas que otro.

Sin embargo, aquí en el Planeta Tierra, solo hemos experimentado y sido conscientes del aspecto masculino, relegando el aspecto femenino a la incomprensión y el olvido. Lo que ha creado sin duda alguna, innumerables desequilibrios en la consciencia humana e incluso en el planeta mismo, ya que GAIA forma parte del aspecto femenino de Dios y porta en su llama sagrada interior, la energía de la Diosa en su estado mas puro.

Como es arriba es abajo, los seres humanos independientemente de nuestro genero, tenemos, al Igual que Dios, en nuestro corazón ambos aspectos de la creación: MASCULINO Y FEMENINO, a esta energía se le conoce como la Llama Gemela interna y esta presente en todos los seres humanos.

La vida en todos sus niveles se crea de forma que sean participes ambos aspectos divinos. No puede existir una creación sin la intervención del aspecto masculino o femenino, así como no existe un Ser que no posea ambas energías en su corazón. Somos reflejos perfectos de Dios, Siempre! Independientemente que seamos conscientes o no de este principio divino.

El aspecto masculino de Dios es la mente Universal, el principio creativo de la vida. Es ahí, desde la energía masculina que surge el patrón y la forma de lo que será la creación, una nueva vida, un nuevo universo, una nueva galaxia. Cada creación surge primeramente como un patrón geométrico creativo. Como una IDEA, una imagen.

Sin embargo, dicha idea NO puede tomar forma alguna si no interviene el aspecto femenino de Dios, el corazón universal. Es ahí, desde la energía femenina que la creación toma forma y vida. ES esta energía la dadora de vida, la contenedora del principio vital y de la energía misma que crea todo lo que existe, es a través de la energía femenina que la creación es nutrida en amor.

Es decir, la energía de la Diosa es la energía creadora de vida que todos poseemos. Una energía cuya esencia primaria es el Amor puro e infinito. Y que ha permanecido oculta, bloqueada y reprimida en nuestra Humanidad durante muchos milenios. Siendo este bloqueo y represión la causa de los desequilibrios psíquicos y físicos por los cuales la Tierra atraviesa, ya que la Tierra misma es la energía de la Diosa manifestada en la forma.

Los pueblos de la antigüedad conocían esa gran verdad y formaba parte de su vida diaria. Veneraban y honraban a la Madre Tierra como la Diosa que es, y de esa forma existía un equilibrio en toda la vida, la naturaleza y en sus propios corazones, ya que nos desarrollábamos como seres en respeto y admiración hacia toda la vida.

Al abrir una conexión consciente con esta energía divina de la Madre Tierra y al abrir nuestro corazón e integrar nuestras propias energías masculinas y femeninas, alcanzaremos una plena integración divina en nuestro ser. Ya que, esta integración la verdadera naturaleza de los seres divinos.

Es a causa de estos bloqueos que las personas suelen sentirse incompletos toda su vida. Es a causa de estos bloqueos, que las personas suelen buscar fuera de si mismos aquel ser que los complete y los llene de vida y sin embargo, rara vez encuentran una relación amorosa que los satisfaga plenamente. Esto es debido a que, su ser realmente les esta haciendo el llamado a la integración interior de sus llamas gemelas y no a la búsqueda externa de ese sentimiento de plenitud.

Sin importar el sexo o genero que tengamos en nuestro cuerpo, todos los seres poseemos ambas energías, masculina y femenina en nuestro corazón. Sin embargo, a causa de las creencias sociales, a los hombres nos cuesta reconocer e integrar la energía femenina en nosotros, por temor a dejar de ser “verdaderos hombres” y a las mujeres les sucede lo mismo con su energía masculina, lo que origina que busquemos fuera, esa parte opuesta que nos llenara.

Es necesario comprender que Dios posee ambas energías en perfecto equilibrio, y que es a causa de esos prejuicios y creencias arraigadas que la humanidad ha creído que esto no es posible y nos hemos enfocado únicamente en el aspecto masculino de Dios; creándose así una sociedad desbalanceada donde la mujer ha sido reprimida, vista como un ser inferior cuando en realidad, La vida y la perfecta armonía en el universo no puede ser creada sin la energía femenina. La mujer es la portadora del principio cósmico de la Divinidad y la vida creativa.

Es tiempo de enaltecer el poder de la DIOSA, derribar las barreras de la incomprensión y el desmesurado racionamiento para centrarnos en la divinidad de nuestro corazón. Comprender que al integrar ambas energías en perfecto equilibrio estaremos convirtiéndonos en seres perfectos y divinos, en un equilibrio perfecto, como Dioses que somos. Lo cual nos permitirá, reunirnos, en perfecto equilibrio a la Llama gemela exterior a través de una relación saludable, donde ninguno de los dos seres se sienta poseedor del otro.

Esta integración nos permitirá encontrar el verdadero amor manifestado en otro ser que será un espejo perfecto de la mas pura belleza interior que poseemos. Dejaremos de buscar fuera, en relaciones incompletas, aquel equilibrio que siempre estuvo latente dentro de nosotros y de esa forma, podremos expresar, como seres integros, el mas puro y libre amor y compartirlo con nuestra amada llama gemela exterior de forma libre y sin ataduras. Sin los viejos patrones de posesión, celos y drama.

Es momento que la energía de la Diosa sea reconocida, aceptada y valorada en nuestros corazones y en el planeta!

Que esta maravillosa energía que nos pertenece deje de ser un secreto y un tabú.

En el pasado, una maestra que nos mostro el maravilloso poder de la Diosa fue Maria Magdalena o Myriam, (que es su verdadero nombre); una mujer excepcionalmente divina, que integraba a la perfección la energía masculina y femenina en su corazón, para así, ser un pilar de la Energía de la Diosa y al lado de su Amado Yeshua, que era un pilar de la Energía Masculina de Dios.
Ambos sembraron en la consciencia colectiva de la Humanidad, el patrón energético de los Seres Cristicos en perfecto equilibrio y manifestación de la divinidad a través de la comprensión y manejo de la Energía de La Diosa, como principio creativo al nivel de la Energía de Dios.
Nuestros amados maestros representan para nosotros el ejemplo del perfecto equilibrio divino! Ambos, representaron la perfección de una realización interior de la Llama Gemela, para de esa forma, manifestar ese puro e intenso amor al lado de otro ser.

Con el paso del tiempo, María Magdalena y sus enseñanzas fueron enterradas debajo del poder masculino que promovió la iglesia católica, dándole todo el poder únicamente a la presencia de Jesús, como pilar de la energía masculina. Sin embargo, la verdadera enseñanza de Jesús, integraba a la energía femenina como IGUAL.

La enseñanza era otorgada por ambos, como iguales, en perfecto equilibrio, pues ellos comprendían a la perfección que, para expresar completamente nuestra grandeza y divinidad, debemos integrar las energías masculinas y femeninas en nuestro corazón, para que así, la humanidad como colectivo alcance el equilibrio y la ascensión.

María Magdalena no era solamente la compañera de Jesús, fue un ser Cristico al igual que El. Una mujer maravillosa que representaba la Energía Cristica Femenina, permaneciendo en una conexión pura con el Corazón de la Madre Tierra. La enseñanza de Maria Magdalena era sutil y femenina. Se centraba en la conexión con la Madre Tierra, la sanación y la restauración de la vida a través de la danza y el canto amoroso entonado al pulso de la Madre Tierra, la sanación y la creación de vida a través de la sexualidad pura y sagrada. Una enseñanza maravillosa y ancestral que formaba parte de los antiguos pueblos de la Tierra.

La Madre GAIA es la diosa, representa la energía femenina de Dios, su poder creativo y dador de vida que nos sostiene en su seno amoroso, amándonos y nutriéndonos día a día. Al conectarnos con la vida, con la esencia misma de la Madre Tierra estaremos abriendo nuestro corazón a la energía de la Diosa, sanando nuestro propio corazón y reintegrando el equilibrio de nuestras energías masculinas y femeninas internas.

Es momento de reconocer la grandeza de la Madre Tierra y restituirle su lugar como la Diosa Madre! Venerarla y honrarla con respeto y amor. Y a través de la comprensión de su relación cósmica con el padre Sol, podremos comprender nuestra propia divinidad.

Integrar en nuestros corazones la Energía de La Diosa, para así, lograr el matrimonio sagrado de nuestras energías de la llama gemela en nuestra Corazón.

Integrar

Al levantarse los velos abajo en los mares, así también empezarán a revelarse los cielos.
La matriz cósmica se está preparando para el nacimiento de una nueva conciencia cósmica, el balance perfecto de las fuerzas masculinas y femeninas.

El cuerpo no miente

El cuerpo cuenta una historia
El cuerpo nunca miente, ya que su forma refleja quiénes somos por dentro. Si llevamos la cabeza baja, tenemos los hombros encogidos, el pecho cerrado y los pies pesados, todo ello puede mostrar sentimientos de debilidad y resignación. Por el contrario, si portamos la cabeza erguida, los hombros abiertos, respiramos con facilidad y caminamos con paso ligero, todo ello indicará confianza y vitalidad. El modo en que nos presentamos ante el mundo está condicionado por nuestras creencias, miedos y emociones, y los tejidos corporales mismos adoptan una forma determina-da para apoyar este estado mental. Tanto nuestros traumas físicos y psicológicos, y nuestras experiencias, como nuestros pensamientos y sentimientos más profundos y nuestro carácter se manifiestan en el modo en que nuestros cuerpos adoptan patrones estructurales. Tal y como Marilyn Ferguson señala, «a lo largo de los años nuestros cuerpos se convierten en autobiografías andantes que hablan, tanto a extraños como a amigos, de las cargas y tensiones de nuestras vidas». Las improntas de cualquier experiencia abrumadora permanecen contenidas en el cuerpo como inercia, que queda fijada por la imposibilidad de acceder a los recursos que nos liberarían de ellas, afectando la capacidad del cuerpo de expresar su salud intrínseca.
¿Cómo se introduce la infelicidad en la célula?
Cada vez es más ampliamente aceptado el hecho de que los pensamientos y sentimientos tienen una relación directa con el cuerpo. En el nuevo campo de la psico-neuro-inmunología se han descubierto una serie de mecanismos corporales a través de los cuales se establecen estas conexiones. Por ejemplo, ha sido descubierta una relación entre nuestros estados psicológicos y el modo en que se activa nuestra respuesta inmunológica. Actualmente se sabe que existen una serie de mecanismos de feedback que traducen experiencias psicológicas en funcionamientos físicos. Una investigación realizada por el Dr. Pritbin en la Universidad de Stanford demuestra cómo patrones habituales de pensamiento pueden crear surcos neurales en el córtex del cerebro. Los patrones mentales se convierten literalmente en surcos anatómicos en el cerebro, que influencian el modo en que el sistema nervioso central expresa su motilidad y, de esta manera, afectan al movimiento de los tejidos y fluidos relacionados con él. En mi experiencia, una mente abierta se refleja en una cabeza «abierta»; es decir, una cabeza relativamente libre de resistencias a la expresión del movimiento respiratorio primario. A menudo he percibido como una estrechez y cerrazón dentro del cráneo y de las expresiones faciales formaban parte de una actitud estrecha de un individuo de mente cerrada. Según un viejo proverbio africano, «Todo lo que hay en el corazón, se refleja en la cara».
El reflejo en las mareas
En un nivel profundo de funcionamiento, las expresiones rítmicas del Aliento de Vida son un barómetro claro y preciso de nuestros procesos mentales y emocionales. De este modo, percibiremos que la cualidad de las fases del movimiento respiratorio primario es clara, vital y suave cuando están presentes la alegría, serenidad y felicidad. Por el contrario, cuando hay tristeza, miedo o desaliento, la respiración primaria muestra restricciones, debilidad o estancamiento. Una falta de confianza se puede manifestar como vacilación, y la ansiedad como temblor. Algunos terapeutas establecen incluso una correspondencia entre los estados mentales y emocionales y el modo en que el movimiento craneosacral expresa sus ciclos rítmicos de flexión y extensión. La flexión craneosacral (con la expansión de lado a lado) se puede aso-ciar con la acción y la extroversión, mientras que la fase de extensión corresponde a la pasividad e introversión. Dependiendo de cómo han sido crea-do los patrones inerciales en los tejidos del cuerpo, la persona podrá tener una estructura predominantemente en flexión o en extensión. A su vez, esta predominancia del movimiento craneosacral hacia la flexión o la extensión puede estar asociada con estados mentales. De todos modos, estas cualidades de movimiento son generalizaciones que no siempre se aplican a cada caso particular.
Feedback circular
La fragmentación del movimiento respiratorio primario se correlaciona con una fragmentación del funcionamiento de la totalidad de la persona. Los patrones fisiológicos y las experiencias emocionales se perpetúan mutuamente. La influencia de la mente en la materia y de la materia en la mente parece ser un sistema de feedback circular, en el cual cada uno afecta al otro. A medida que encarnamos las experiencias psicológicas, los patrones corporales fijados influencian nuestra experiencia. Lo que denominamos conciencia y nuestra expresión física son un continuo. Cuando nuestro continuo mente-cuerpo-emoción se alinea armoniosamente, el Aliento de Vida se manifiesta con integridad y equilibrio.
Experiencia emocional
Las lesiones físicas pueden estar asociadas con emociones particulares. Si los tejidos se contraen para protegernos de la tensión o el trauma, los sentimientos que tenemos en ese momento pueden permanecer como elemento presente en la con-tracción. Las emociones fuertes y poderosas como el terror o la desesperanza contribuyen en el desarrollo de la inercia. La impronta de una emoción a menudo juega un papel significativo en el mantenimiento de un patrón inercial. De este modo, un fulcro puede incluir tejidos, fluidos y potencias que se han vuelto inerciales y contener, al mismo tiempo, emociones, sentimientos, creencias y puntos de vista que han quedado igualmente atrapados.
Experiencias congeladas
Aunque es natural e inevitable experimentar sufrimiento en nuestras vidas, este puede quedar atrapado en el cuerpo y continuar mostrándose en ciclos repetitivos como experiencias congeladas, si no somos capaces de liberarnos de ellas. De este modo, cargamos con nuestras experiencias físicas y emocionales como si fuera un equipaje extra que formara parte intrínseca de nuestras vidas. Esto, a menudo, ocurre a nivel inconsciente. Cualquier tensión nueva que tengamos que enfrentar se verá coloreada por nuestro condicionamiento previo. Como es bien sabido, vemos el mundo según el color de las gafas con las que lo estamos mirando. Por ello nuestras respuestas ante situaciones nuevas parecerán un disco ralla-do, que sigue reacciones preestablecidas que nos mantienen atrapados en el pasado en lugar de permanecer abiertos y movernos en el presente. Como consecuencia de ello, la expresión de nuestra matriz original de salud se verá fragmentada.
Reacciones desmedidas