domingo, 19 de julio de 2015

Maria Magdalena

La energía creadora a la cual llamamos Dios, contiene en su esencia divina ambos aspectos creativos, tanto masculino como femenino, que se integran y fusionan en perfecta armonía equitativa, es decir, no sobre sale uno mas que otro.

Sin embargo, aquí en el Planeta Tierra, solo hemos experimentado y sido conscientes del aspecto masculino, relegando el aspecto femenino a la incomprensión y el olvido. Lo que ha creado sin duda alguna, innumerables desequilibrios en la consciencia humana e incluso en el planeta mismo, ya que GAIA forma parte del aspecto femenino de Dios y porta en su llama sagrada interior, la energía de la Diosa en su estado mas puro.

Como es arriba es abajo, los seres humanos independientemente de nuestro genero, tenemos, al Igual que Dios, en nuestro corazón ambos aspectos de la creación: MASCULINO Y FEMENINO, a esta energía se le conoce como la Llama Gemela interna y esta presente en todos los seres humanos.

La vida en todos sus niveles se crea de forma que sean participes ambos aspectos divinos. No puede existir una creación sin la intervención del aspecto masculino o femenino, así como no existe un Ser que no posea ambas energías en su corazón. Somos reflejos perfectos de Dios, Siempre! Independientemente que seamos conscientes o no de este principio divino.

El aspecto masculino de Dios es la mente Universal, el principio creativo de la vida. Es ahí, desde la energía masculina que surge el patrón y la forma de lo que será la creación, una nueva vida, un nuevo universo, una nueva galaxia. Cada creación surge primeramente como un patrón geométrico creativo. Como una IDEA, una imagen.

Sin embargo, dicha idea NO puede tomar forma alguna si no interviene el aspecto femenino de Dios, el corazón universal. Es ahí, desde la energía femenina que la creación toma forma y vida. ES esta energía la dadora de vida, la contenedora del principio vital y de la energía misma que crea todo lo que existe, es a través de la energía femenina que la creación es nutrida en amor.

Es decir, la energía de la Diosa es la energía creadora de vida que todos poseemos. Una energía cuya esencia primaria es el Amor puro e infinito. Y que ha permanecido oculta, bloqueada y reprimida en nuestra Humanidad durante muchos milenios. Siendo este bloqueo y represión la causa de los desequilibrios psíquicos y físicos por los cuales la Tierra atraviesa, ya que la Tierra misma es la energía de la Diosa manifestada en la forma.

Los pueblos de la antigüedad conocían esa gran verdad y formaba parte de su vida diaria. Veneraban y honraban a la Madre Tierra como la Diosa que es, y de esa forma existía un equilibrio en toda la vida, la naturaleza y en sus propios corazones, ya que nos desarrollábamos como seres en respeto y admiración hacia toda la vida.

Al abrir una conexión consciente con esta energía divina de la Madre Tierra y al abrir nuestro corazón e integrar nuestras propias energías masculinas y femeninas, alcanzaremos una plena integración divina en nuestro ser. Ya que, esta integración la verdadera naturaleza de los seres divinos.

Es a causa de estos bloqueos que las personas suelen sentirse incompletos toda su vida. Es a causa de estos bloqueos, que las personas suelen buscar fuera de si mismos aquel ser que los complete y los llene de vida y sin embargo, rara vez encuentran una relación amorosa que los satisfaga plenamente. Esto es debido a que, su ser realmente les esta haciendo el llamado a la integración interior de sus llamas gemelas y no a la búsqueda externa de ese sentimiento de plenitud.

Sin importar el sexo o genero que tengamos en nuestro cuerpo, todos los seres poseemos ambas energías, masculina y femenina en nuestro corazón. Sin embargo, a causa de las creencias sociales, a los hombres nos cuesta reconocer e integrar la energía femenina en nosotros, por temor a dejar de ser “verdaderos hombres” y a las mujeres les sucede lo mismo con su energía masculina, lo que origina que busquemos fuera, esa parte opuesta que nos llenara.

Es necesario comprender que Dios posee ambas energías en perfecto equilibrio, y que es a causa de esos prejuicios y creencias arraigadas que la humanidad ha creído que esto no es posible y nos hemos enfocado únicamente en el aspecto masculino de Dios; creándose así una sociedad desbalanceada donde la mujer ha sido reprimida, vista como un ser inferior cuando en realidad, La vida y la perfecta armonía en el universo no puede ser creada sin la energía femenina. La mujer es la portadora del principio cósmico de la Divinidad y la vida creativa.

Es tiempo de enaltecer el poder de la DIOSA, derribar las barreras de la incomprensión y el desmesurado racionamiento para centrarnos en la divinidad de nuestro corazón. Comprender que al integrar ambas energías en perfecto equilibrio estaremos convirtiéndonos en seres perfectos y divinos, en un equilibrio perfecto, como Dioses que somos. Lo cual nos permitirá, reunirnos, en perfecto equilibrio a la Llama gemela exterior a través de una relación saludable, donde ninguno de los dos seres se sienta poseedor del otro.

Esta integración nos permitirá encontrar el verdadero amor manifestado en otro ser que será un espejo perfecto de la mas pura belleza interior que poseemos. Dejaremos de buscar fuera, en relaciones incompletas, aquel equilibrio que siempre estuvo latente dentro de nosotros y de esa forma, podremos expresar, como seres integros, el mas puro y libre amor y compartirlo con nuestra amada llama gemela exterior de forma libre y sin ataduras. Sin los viejos patrones de posesión, celos y drama.

Es momento que la energía de la Diosa sea reconocida, aceptada y valorada en nuestros corazones y en el planeta!

Que esta maravillosa energía que nos pertenece deje de ser un secreto y un tabú.

En el pasado, una maestra que nos mostro el maravilloso poder de la Diosa fue Maria Magdalena o Myriam, (que es su verdadero nombre); una mujer excepcionalmente divina, que integraba a la perfección la energía masculina y femenina en su corazón, para así, ser un pilar de la Energía de la Diosa y al lado de su Amado Yeshua, que era un pilar de la Energía Masculina de Dios.
Ambos sembraron en la consciencia colectiva de la Humanidad, el patrón energético de los Seres Cristicos en perfecto equilibrio y manifestación de la divinidad a través de la comprensión y manejo de la Energía de La Diosa, como principio creativo al nivel de la Energía de Dios.
Nuestros amados maestros representan para nosotros el ejemplo del perfecto equilibrio divino! Ambos, representaron la perfección de una realización interior de la Llama Gemela, para de esa forma, manifestar ese puro e intenso amor al lado de otro ser.

Con el paso del tiempo, María Magdalena y sus enseñanzas fueron enterradas debajo del poder masculino que promovió la iglesia católica, dándole todo el poder únicamente a la presencia de Jesús, como pilar de la energía masculina. Sin embargo, la verdadera enseñanza de Jesús, integraba a la energía femenina como IGUAL.

La enseñanza era otorgada por ambos, como iguales, en perfecto equilibrio, pues ellos comprendían a la perfección que, para expresar completamente nuestra grandeza y divinidad, debemos integrar las energías masculinas y femeninas en nuestro corazón, para que así, la humanidad como colectivo alcance el equilibrio y la ascensión.

María Magdalena no era solamente la compañera de Jesús, fue un ser Cristico al igual que El. Una mujer maravillosa que representaba la Energía Cristica Femenina, permaneciendo en una conexión pura con el Corazón de la Madre Tierra. La enseñanza de Maria Magdalena era sutil y femenina. Se centraba en la conexión con la Madre Tierra, la sanación y la restauración de la vida a través de la danza y el canto amoroso entonado al pulso de la Madre Tierra, la sanación y la creación de vida a través de la sexualidad pura y sagrada. Una enseñanza maravillosa y ancestral que formaba parte de los antiguos pueblos de la Tierra.

La Madre GAIA es la diosa, representa la energía femenina de Dios, su poder creativo y dador de vida que nos sostiene en su seno amoroso, amándonos y nutriéndonos día a día. Al conectarnos con la vida, con la esencia misma de la Madre Tierra estaremos abriendo nuestro corazón a la energía de la Diosa, sanando nuestro propio corazón y reintegrando el equilibrio de nuestras energías masculinas y femeninas internas.

Es momento de reconocer la grandeza de la Madre Tierra y restituirle su lugar como la Diosa Madre! Venerarla y honrarla con respeto y amor. Y a través de la comprensión de su relación cósmica con el padre Sol, podremos comprender nuestra propia divinidad.

Integrar en nuestros corazones la Energía de La Diosa, para así, lograr el matrimonio sagrado de nuestras energías de la llama gemela en nuestra Corazón.

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