A este movimiento u oscilación lo llamaremos vibración. Aunque nos cueste creer, una mesa, el aire o nosotros mismos somos energía vibrando. Cuanto más densa es la materia, más lenta es la vibración de la energía y cuanto más sutil es la materia más rápida es la vibración de la energía.
Cuando decimos que todo es energía, es así literalmente; es decir, incluso los pensamientos y las emociones son energía y dependiendo de la capacidad de éstos tendrán un tipo de vibración u otro. Los pensamientos y emociones negativas como la envidia, el odio o el miedo son energías de baja vibración y por el contrario, los pensamientos y emociones positivas como la alegría y el amor son energías de alta vibración; de hecho, el Amor es la energía que tiene la frecuencia de vibración más elevada que existe.
El Universo y todo cuanto existe está formado por energía. En el fondo sólo existe una única energía a la que llamamos AMOR. Todas las demás son variaciones de dicha energía, incluso variaciones a su opuesto al que llamamos MIEDO, pero aun así, variaciones.
Básicamente podemos definir dos tipos de energía: Energía Vital y Energía Universal
El cuerpo humano está formado por numerosos campos de energía que rodean el cuerpo físico, emanan de él y pueden interaccionar con él y con sus múltiples funciones.
El conjunto de estos campos de energía es llamado Campo Áurico o Aura. A su vez, estos campos de energía también son llamados Cuerpos Sutiles.Los Cuerpos Sutiles son bandas de energía de diferente intensidad que rodean lo físico y lo interpenetran. Su función principal estriba en contribuir a la coordinación y la regulación de las actividades del alma durante la vida física.
La filosofía oriental distingue seis cuerpos sutiles alrededor del organismo físico, pero para lo que aquí nos concierne, consideraremos el sistema energético humano con los cuatro primeros aspectos o cuerpos: El físico, el etéreo, el astral y el mental.
La salud óptima requiere que todos ellos se hallen correctamente ajustados y armonizados. Si los cuerpos sutiles funcionan inadecuadamente, aparecen los problemas psicológicos y físicos. Tales desajustes pueden ser debido a traumas, tensiones, emociones fuertes, actitudes mentales incorrectas, etc. Por consiguiente, los esfuerzos deben dirigirse a procurar nuestra salud física, mental y emocional.
Cualquiera que sea el plano en donde se sitúe el desequilibrio, en última instancia, la manifestación tendrá lugar en lo físico, ya que éste es el recipiente de todas las influencias sutiles. Nuestras emociones y nuestras energías mentales se traducen y se expresan necesariamente a través del cuerpo físico en el que vivimos y mediante el cual experimentamos la vida.
La filosofía oriental distingue seis cuerpos sutiles alrededor del organismo físico, pero para lo que aquí nos concierne, consideraremos el sistema energético humano con los cuatro primeros aspectos o cuerpos: El físico, el etéreo, el astral y el mental.
La salud óptima requiere que todos ellos se hallen correctamente ajustados y armonizados. Si los cuerpos sutiles funcionan inadecuadamente, aparecen los problemas psicológicos y físicos. Tales desajustes pueden ser debido a traumas, tensiones, emociones fuertes, actitudes mentales incorrectas, etc. Por consiguiente, los esfuerzos deben dirigirse a procurar nuestra salud física, mental y emocional.
Cualquiera que sea el plano en donde se sitúe el desequilibrio, en última instancia, la manifestación tendrá lugar en lo físico, ya que éste es el recipiente de todas las influencias sutiles. Nuestras emociones y nuestras energías mentales se traducen y se expresan necesariamente a través del cuerpo físico en el que vivimos y mediante el cual experimentamos la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario