En la Cábala o kabbalah, tenemos un esquema que se llama el Árbol de la Vida o Árbol Cabalístico que está formado por diez Centros o Sefirot. Cada uno de sus centros está presidido por un color y nos marcará sus características.
El violeta: Es el color que se asocia con la espiritualidad, con la conexión con esferas superiores, con el chacra corona. Es el que nos marca el contacto con otros planos de nuestra existencia, el que nos permite conectar con nuestra sabiduría interior. El violeta nos ayudará a recibir con más claridad la información a través de la intuición. Será pues muy apropiado para la relajación, para la meditación, para dejarnos llevar hacia el núcleo de nuestro ser. También aporta fuerza de voluntad. Un exceso de violeta podría llevarnos a un excesivo desenganche de la realidad, puede hacer que estemos más en las estrellas que en la tierra, así que para equilibrarlo necesitaremos ponernos una prenda de color oscuro, un marrón o un negro.
Kether es el Séfira número uno y está asociado al color violeta.
El naranja: éste es el color del Amor universal que les gusta llevar a aquellas personas que suelen ponerse al servicio de los demás, a los que están dispuestos a servir en una ONG, o a los que orientan su vida según parámetros amorosos. En cierto modo representa la desaparición de los deseos individuales para fundirse en los colectivos. Siguiendo esta argumentación, diremos que es apropiado utilizar prendas de color violeta cuando buscamos la colaboración de los demás en nuestro proyecto, cuando necesitamos apoyos. También es adecuado para las personas que quieren retirarse del mundanal ruido, para los que desean desprenderse de sus pasiones. Este color también nos ayudará a enfocarnos sin miedo hacia el futuro, hacia lo que resulta incierto. Para combinar y encontrar el equilibrio con el naranja, podemos utilizar una prenda negra.
Hochmah es el Séfira dos y junto a su planeta, Urano, están asociados al naranja.
El negro: el negro es el color de la organización, una de las tonalidades más utilizadas en nuestra sociedad. Ello es debido, en primer lugar, a que la persona que lo lleva se siente más delgada, realza más su figura. La razón principal es que el negro es el color de Saturno, el planeta de las restricciones, de las normas y del control. De este modo, una persona que necesite un poco de orden en su vida, deberá ponerse una prenda de color negro. Pero cuidado con abusar demasiado de él, ya que también es el color preferido de las personas que pasan por estados depresivos. El negro resulta también útil para aquellos que pretenden pasar desapercibidos, porque les ayudará a confundirse con el terreno, a ser menos protagonistas (quizá por eso es el color preferido de los ladrones). Un buen equilibrio lo formarán la combinación de una pieza negra con una blanca o naranja, porque ayudarán a dar el contrapunto.
Binah es el Séfira tres y junto a su planeta Saturno, se asocian al negro y su día de regencia será el sábado.
El azul: es el color de la expansión, de la alegría, de la bondad, del buen humor y el entusiasmo. Así, cuando nos encontramos un poco apáticos, pongámonos una prenda de color azul. También representará el poder, la capacidad para asumir responsabilidades, de ahí que a menudo los ejecutivos se vistan de azul (el color principal de los trajes, junto con el negro). Por otro lado, cuando queramos solucionar problemas, calcémonos algo azul y lo veremos todo mucho más claro y los afrontaremos con más seguridad. Para equilibrar el azul deberemos utilizar el gris o el rojo.
Hesed es el Séfira cuatro y junto a su planeta Júpiter, se asocian al azul y su día de regencia será el jueves.
El rojo: Este color es el de la energía y la fuerza, que personifica con más exactitud los atributos del planeta Marte. Por un lado representa el impulso inicial. De este modo una persona que tenga necesidad de energía para enfrentarse a cualquier situación, deberá ponerse una prenda de color rojo. También le conferirá valentía y ganas de arriesgarse. La otra vertiente del rojo es la de la pasión, la de la excitación de los sentidos, esta es la razón por la cual el rojo es un color muy usado en las prendas íntimas. Así, para levantar el ánimo de la pareja, luzcamos un rojo carmín. La parte negativa de este color es la excitación y la violencia. Un exceso de rojo en el vestir puede llevarnos a discutir sin control. Para equilibrar una prenda roja, beberíamos ponernos una amarilla pálida o una azul.
Gueburah es el Séfira cinco y junto a su planeta Marte, se asocian al rojo y su día de regencia será el martes.
El dorado simboliza el oro, lo inalterable, la perfección, la elevación, la conexión con el núcleo. Pero el dorado también puede generar soberbia, endiosamiento, si se usa en exceso. A menudo encontramos relatos en la historia que vienen repletos de leyendas sobre gente que ha muerto persiguiendo el oro. Con moderación el dorado ayuda a destacar las mejores virtudes de quien lo lleva. Es generador de luz y de brillo. Como el metal precioso, tiene la cualidad de ser inalterable, transmite simbólicamente ese carácter a quien se adorna con él, a través de una prenda o cualquier joya de oro. Es, además, el color de la memoria.
Tiphereth es el Séfira seis y junto a su planeta el Sol, se asocian al dorado y su día de regencia es el domingo.
El Amarillo: Este color es el de la relajación. Cuando necesitemos calmarnos o reducir el estrés en una situación determinada, pongámonos una prenda de color amarillo, nos ayudará a ver las cosas desde un punto de vista más conciliador. Las infusiones calmantes suelen ser de un tono amarillento. Un pijama amarillo ayudará a conciliar el sueño de una forma más placentera. Este color representa el planeta Venus y como tal resultará muy útil para los rituales del amor, para la seducción. Así, cuando tengamos una conquista amorosa a la vista, utilicemos el amarillo. También para temas relacionados con la diplomacia usaremos este color.
Netzah es el Séfira siete y junto a su planeta Venus, se asocian al amarillo y su día de regencia es el viernes.
El marrón: Este color es el especialista en labores intelectuales, así para la realización de un examen o de cualquier prueba oral o escrita, será preceptivo colocarse una prenda marrón. El planeta regente de este color es Mercurio, lo cual significa que también será muy útil en todos los procesos relacionados con la comunicación y con las relaciones cercanas. Sirve, así mismo, para estimular la curiosidad. Un exceso de gris podría ser señal de una falta de sensibilidad o de emoción. Un uso inmoderado del marrón puede abocar a una falta de fe, a esperar que todo nos lo demuestren científicamente. El uso correcto del marrón puede ayudar a que la persona se equilibre, a que domine sus pasiones. Para equilibrar el marrón cuando nos influencia en exceso, podemos utilizar una prenda de color azul o amarillo.
Hod es el Séfira ocho y junto a su planeta Mercurio, se asocian al marrón y su día de regencia es el miércoles.
El Verde: éste es el color de la fecundidad, lo cual significa que llevar una prenda de este color nos ayudará a conseguir que nuestros proyectos puedan plasmarse en la realidad. También activa la imaginación y nos catapulta a través de ella hacia otras realidades más amplias y a veces incluso hacia paraísos artificiales (como ciertas hierbas). El verde es el color de la Luna y al ser éste el astro más inquieto del zodiaco, significa que un exceso de verde nos llevará hacia la dispersión o incluso la vagancia. En pequeñas dosis estimula lamemoria. Es muy apropiado para el verano, ya que resulta refrescante. Para equilibrar el verde será bueno ponerse una prenda roja.
Yesod es el Séfira nueve y junto a su regente la Luna, se asocian al verde y su día de regencia es el lunes.
El blanco: El blanco es la tonalidad que está relaciona con la pureza, con la elevación espiritual o con el equilibrio emocional. Esta es la razón por la cual es muy utilizado en los rituales de crecimiento personal. El colectivo de médicos y enfermeras, los investigadores y todos los que trabajan en laboratorios utilizan el blanco. Así, cuando necesitemos limpiarnos de las impurezas diarias que provienen de las malas relaciones, de los encontronazos, de la incomprensión, pongámonos una prenda de color blanco.